Coaching para el éxito

Así hablan los peores jefes

Si quieres que te odien como jefe, aquí te dejo un manual muy sencillo, pero infalible que debes seguir. (Adaptado de mi anterior artículo de inicios de 2018)
Para que te funcione, no necesitas hacer o dejar de hacer nada, sólo decir las palabras correctas. Verás: tu lenguaje es lo que define realmente quién eres, y tu lenguaje crea realidades. De modo que tu lenguaje hará todo el trabajo por ti. Sólo tienes que hablar de la forma como te digo a continuación y te garantizo que serás el jefe más odiado.
Si estás listo y comprometido con ser un pésimo jefe, te voy a ayudar desde el Coaching Ontológico en el diseño de tu lenguaje.
En la ontología del lenguaje están definidas las 6 declaraciones fundamentales: Si, No, No Se, Gracias, Perdón y Amor. Aquí aprenderás que es muy fácil usarlas en tu contra para convertirte en el peor de todos los jefes. Te diré cómo:

1.- Dile que SI a todo lo que venga de afuera tu equipo

No cuestiones nada de lo que te piden tus clientes internos o externos. Autoriza todo requerimiento que pase por tus manos sin leerlo y compromete los recursos. Evita la confrontación. Tú quieres que tus clientes internos y externos te vean como una persona super-cool ¿no? No quieres ser el que pone «peros» o el que no quiere colaborar o ayudar. Necesitas buenas recomendaciones y evaluaciones. Así que simplemente di que sí a todos los requerimientos que vengan de fuera hacia tu área y luego voltéate con tu equipo y pídeles que ejecuten aquello con lo que ya te comprometiste sin dar explicaciones, sólo órdenes. Convéncete que tu equipo puede con eso y más. Ellos verán como le hacen, y si sale mal, ya tienes a quién culpar.

2.- Dile que NO a todo lo que venga de adentro

Si tu equipo te pide algo, antes que nada diles que no. Ellos deben aprender a pedir las cosas y justificarlas bien. No pierdas tiempo en preguntar por qué y para qué. Además no eres hada madrina para estar concediendo deseos por doquier. ¿Más recursos, más tiempo libre, más entrenamiento, menos carga de trabajo, vacaciones, nuevas herramientas de trabajo? No, no y no, absolutamente no. Que te convenzan primero sobre cómo eso beneficia al negocio. ¿Empatía? Eso es de blandos, y como tú no vas a ser un jefe blando, debes decir que no a todo lo que tu equipo te pida. Tal la tercera vez que te insistan, les digas que sí, pero recuerda, primero niégaselos. Así lo pensarán dos veces la próxima vez que vengan a pedirte cosas.

3.- Ser un verdadero SABELO-TODO

Si estás donde estás, es porque sabes y sabes mucho de todo ¿no?. No permitas que nadie trate de cuestionar lo que tú ya sabes, ¡mucho menos los miembros de tu equipo!. Al final las cosas son como son, la verdad es la verdad y tú eres único dueño de ella. Que nadie venga a decirte que estás equivocado y, si se atreven a hacerlo, asegúrate que sepan que eso te enoja. No pierdas tiempo tratando de entender o aprender algo nuevo ni haciendo preguntas aclaratorias. ¿Nuevos puntos de vista o enfoques? Nada de eso, pues con lo que sabes ya tienes las herramientas para hacer tu trabajo. Lo que sabes es lo que te mantiene donde estás, así que se egoísta con ello. Dosifica el ritmo con el que enseñas tu sabiduría a los demás, no vaya a ser que aprendan demasiado rápido y luego quieran reemplazarte. No permitas que los miembros de tu equipo anden por ahí preguntando a otros que les enseñen cosas, eso se verá como que no saben suficiente y te hará ver mal a ti. Si no saben que te pregunten a ti o que lo inventen o que lo hagan a su mejor entender. Que usen el sentido común ¿no?. No queremos que tú o tu equipo se vean como una bola de incompetentes antes los demás.

4.- NO RECONOZCAS a nadie por "hacer su trabajo"

La gente espera que le estén agradeciendo y reconociendo por todo lo que hace, como si fuera algo especial. ¡Es parte de su trabajo y descripción del puesto!, ¿Por qué habrías de reconocérselo? Si les das las gracias a todos, a cada rato por todo, al rato van a querer pedirte buenas recomendaciones, ascensos, aumentos o premios. ¿Acaso no saben que no es por esfuerzo sino por resultados que se debe agradecer y reconocer a la gente? Si alguien te trae algo bueno, reconoce que les quedó bueno, luego inmediatamente pon un “pero” en el medio de la oración y procede a decirles cómo pudo ser mejor, sin decir “gracias”, es muy importante que no les muestres agradecimiento por lo que les trocaba hacer de todos modos. Sólo da las gracias a los que te elogian, así ellos seguirán alimentando tu ego constantemente, que es muy importante, pues un gran jefe debe tener muy buena autoestima.

5.- NO PERDONES ni pidas perdón

Es de débiles perdonar. Si perdonas a alguien, hazlo sólo políticamente, pero no olvides ¡jamás!. Guárdate lo sucedido para usarlo en su contra en un mejor momento. No importan las excusas o justificaciones, ni lo sincero ni arrepentido de las disculpas. Ya el daño está hecho, y te salpicó a ti, así que no tienes nada que perdonar. Tampoco te hagas parte de la solución, así sean miembros de tu equipo, ellos fueron quienes estropearon las cosas, que se hagan responsables y lo arreglen. Si alguien se equivoca, no des segundas oportunidades, ponlo en tu lista negra y de ahí en adelante, trátalo con desconfianza, asumiendo a priori que se va a volver a equivocar. Y si eres tú el que comete un error, primero trata de ocultarlo, si no funciona, finge demencia, si te descubren culpa a otros y si ya no tienes alternativa, argumenta que es de humanos equivocarse, pero no pidas disculpas, ¡jamás!. También podrías culpar a los miembros de tu equipo, eso siempre funciona.

6.- Muestra CERO AMOR por tu trabajo y los miembros de tu equipo

Ya dijimos que tu equipo no merece tu agradecimiento por hacer el trabajo que les toca. Tampoco tu empatía, así que no les muestres apreciación ni tu lado humano. No estás para hacer amigos, sino para hacerle dinero a la empresa. Muéstrate serio y mal encarado la mayor parte del tiempo, pues un jefe serio es un jefe respetado. Tu trabajo es sólo un trabajo, así que no tienes que apasionarte por él. Estás ahí porque te pagan. Eres desechable, en cualquier momento te pueden correr, así que para qué identificarte emocionalmente con la empresa o asumir esas frases cliché de “amo lo que hago”. ¡Ah! y cada que puedas critica delante de tu equipo a la empresa, sus políticas, estrategias y las malas decisiones de los directivos de más arriba. De hecho, cuando los miembros de tu equipo estén descontentos, culpa a tus jefes y diles que nada puedes cambiar, la empresa es la que está mal, no tú.
Comentarios finales:
Así pues, usando todo el tiempo este lenguaje perfectamente MAL diseñado, podrás DES-motivar al máximo a tu equipo para que te odien y se vayan de la empresa lo más rápido posible.
No somos perfectos, y de a ratos, por diversos motivos, vamos a mostrar rasgos de malos jefes. Lo malo es cuando somos malos jefes todo el tiempo y no nos damos cuenta.
Aprendamos a reconocernos cuando estamos siendo malos jefes y démonos la oportunidad de corregir el curso y, si es necesario, disculparnos por ello.
Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Me siento afortunado de haber tenido y de tener todavía muy buenos jefes y mentores, pues a todos (hasta a los no-tan-buenos) tengo algo que agradecerles.
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